Historia:

¿Por qué son tan importantes las hamacas y juegos de patio para niños y jóvenes autistas?

Los juegos como las hamacas o los toboganes no son solo una fuente de diversión: son una herramienta poderosa para el desarrollo sensorial, motor y emocional de niños y jóvenes autistas.

Este tipo de juegos estimulan el sistema vestibular, que regula el equilibrio, la orientación en el espacio y la coordinación. Para muchas personas autistas, este sistema necesita apoyos específicos, y actividades como hamacarse ayudan a integrar mejor la información sensorial que reciben del entorno.

Además, el movimiento rítmico y predecible de una hamaca puede brindar regulación emocional, ayudando a calmar la ansiedad, favorecer la concentración y mejorar el estado de ánimo. En algunos casos, también facilita la conexión social, ya que permite compartir momentos en un entorno relajado y sin presión.

Contar con espacios al aire libre adaptados, seguros y accesibles —con hamacas, estructuras para trepar o toboganes— es una forma concreta de promover la inclusión y el bienestar de todos los niños y jóvenes, respetando sus formas únicas de jugar, explorar y habitar el mundo.

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Preguntas frecuentes:

Los juegos de patio son una herramienta poderosa para el desarrollo sensorial, motor y emocional de niños y jóvenes autistas. Estimulan el sistema vestibular que regula el equilibrio, la orientación en el espacio y la coordinación. Además, el movimiento rítmico y predecible de una hamaca puede ayudar a calmar la ansiedad, favorecer la concentración y mejorar el estado de ánimo.

Las hamacas ayudan a integrar mejor la información sensorial que los niños y jóvenes autistas reciben del entorno. Además, su movimiento rítmico y predecible puede brindar regulación emocional, ayudando a calmar la ansiedad, favorecer la concentración y mejorar el estado de ánimo.

Las hamacas facilitan la conexión social ya que permiten compartir momentos en un entorno relajado y sin presión.

El sistema vestibular es el que regula el equilibrio, la orientación en el espacio y la coordinación. Para muchas personas autistas, este sistema necesita apoyos específicos.

Una forma de promover la inclusión y el bienestar de niños y jóvenes autistas es contar con espacios al aire libre adaptados, seguros y accesibles con hamacas, estructuras para trepar o toboganes.

Juegos como las hamacas, estructuras para trepar o toboganes son beneficiosos para niños y jóvenes autistas.

Los espacios al aire libre deben ser adaptados para respetar las formas únicas de jugar, explorar y habitar el mundo de los niños y jóvenes autistas.

Actividades como hamacarse pueden ser un apoyo específico que el sistema vestibular de una persona autista puede necesitar para integrar mejor la información sensorial que recibe del entorno.

La ansiedad puede dificultar la concentración y alterar el estado de ánimo de niños y jóvenes autistas.

El movimiento rítmico y predecible de una hamaca puede ayudar a calmar la ansiedad, favoreciendo la concentración y mejorando el estado de ánimo de niños y jóvenes autistas.

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